Tras 25 años de matrimonio, Sylvester Stallone y Jennifer Flavin tomaron la decisión de divorciarse. Aunque, según el testimonio de Stallone, no habría sido algo de lo que él estaba enterado, pues su mujer presentó la demanda de divorcio ante la corte de Palm Beach mientras el protagonista de Rocky estaba en Oklahoma. “Parecía que todo estaba genial. No tengo idea de lo que pasó”, aseguró, visiblemente shockeado.
Con el pasar de las horas, los detalles comenzaron a llegar a nosotros. Lo cierto es que hay una gran cantidad de titulares que aseguran que esta separación se debe a la existencia de terceros, más precisamente a un perro. Parece que la adquisición del Rottweiler, al que ha llamado Dwight y con el que su mujer no estaba de acuerdo, fue el disparador para una gran crisis.
De todas maneras, el actor se dedicó a desmentir estar versión. Aseguró a TMZ que, si bien el perro había causado algunas dicusiones en cuanto a su cuidado, no fue esto la causa de su ruptura. “No terminamos la relación con un argumento tan trivial. Simplemente, fuimos en diferentes direcciones”
Según los datos ofrecidos por el medio citado, Flavin acusa a su ahora exmarido de ocultar bienes conyugales. “El esposo se ha involucrado en la disipación, agotamiento y/o desperdicio intencional de los bienes conyugales que ha tenido un impacto económico adverso en el patrimonio conyugal”. Hoy, ante los tribunales exige ser compensa tras “una distribución desigual de los bienes conyugales”.
Sylvester Stallone da un carpetazo a su vida con Jennifer
De todas maneras, los fanáticos no creen que Sylvester esté diciendo la verdad. El pasado 16 de agosto, antes de que esta separación saliera a la luz y el actor actuase de lo más sorprendido, vimos imágenes donde descubríamos que se había tapado un tatuaje en particular.
En su brazo derecho anteriormente estaba plasmado el rostro de su mujer, pero hace menos de diez días una imagen hizo soltar las alarmas. En donde estaba el rostro de Jennifer, ahora hay una imagen de Butkus el can de la película Rocky. El publicista del actor intentó calmar las aguas ante las sospechas de crisis en el matrimonio.
“El señor Stallone tenía la intención de actualizar la imagen del tatuaje de su esposa Jennifer, sin embargo, los resultados fueron insatisfactorios y, desafortunadamente, irreparables”. Casi irónico ahora que el divorcio es un hecho y el principal culpable parece ser un can.
