Qué es el «closeting» en la industria musical y qué famosos lo sufrieron

Hoy, en Alfombra Vip, hablamos de algo que muchas celebridades padecieron y pocos lo saben: el “closeting”. Se trata de un método opresivo adoptado por grandes compañías del entretenimiento que buscan obtener mayores beneficios a la hora de promocionar y vender sus productos, que en este caso, son los mismos artistas.

La génesis de este cruel método tuvo lugar en 1920, momento en el que se convirtió en una estrategia de venta para la industria cinematográfica, luego de que los estudios de Hollywood incluyeran “cláusulas de moralidad” en los contratos. A partir de allí, miles de actores y actrices homosexuales se vieron obligados a ocultar sus orientaciones sexuales por medio de relaciones falsas con personas de género opuesto.

Más tarde, el “closeting” aterrizó en la industria musical y se convirtió en el instrumento perfecto para las grandes discográficas, que encontraron la manera de generar dinero, adquirir y fidelizar públicos, difundiendo ideas y estereotipos que permitieran la identificación de los consumidores con los artistas. En el caso de los músicos jóvenes, cuyo público es primordialmente adolescente, esta estrategia de marketing funcionaba para asegurar que la audiencia “femenina adolescente” fantaseara con los artistas y así, garantizar la continuidad de su fanatismo.

¿Qué famosos padecieron el “closeting”?

Multitud de celebridades al rededor del mundo se vieron sometidos a participar de relaciones montadas con fines económicos, promocionales o de imagen. Una de las primeras estrellas “enclosetadas” fue Jesús Vázquez, cuando, allá por los noventa, se coronaba como el chico bonito de Telecinco y el amor platónico de muchas jóvenes de la época.

El presentador tenía muy claro que era gay, pero a raíz del récord de ventas de su primer disco, A dos centímetros de tu boca (1994), había que crearle un romance. La elegida fue la hermosa francesa Marlene Mourreu. Más tarde, Jesús habló sobre aquella relación montada, definiéndola como un “error”: «Lo orquestaron los managers porque yo hubiera salido del armario mucho antes. Fue un error y lo asumo», confesó. Ahora, disfruta sus días hace ya 20 años junto a Roberto Cortés.

Otro caso muy mediático fue el protagonizado por Pablo Alborán, el cantante que mantuvo una relación montada con una chica llamada Marta, por obra de su discográfica. En el 2020, el malagueño no aguantó más y rompió el silencio en sus redes sociales: “Estoy aquí para contaros que soy homosexual (…) Necesito ser más feliz de lo que ya era” publicó decidido.

Similar fue la experiencia de su colega, Ricky Martin. Para esconder su homosexualidad y no defraudar a sus fans, se inventaron diversos romances mediáticos con famosas mujeres del entorno. En 1992, entra en escena la tenista Gabriela Sabatini. Más tarde, sería el turno de Alejandra Guzmán, y posiblemente el más reconocido, lo protagonizó junto a la modelo mexicana Rebecca de Alba. Recién en 2010, el artista reveló a través de un comunicado su homosexualidad.

Estos son solo algunos de los innumerables rostros conocidos que se vieron obligados a ocultar su identidad sexual, en pos de objetivos económicos y comerciales. Hoy, desde el extremo de esta cruel historia, celebramos orgullosos que cada día son más los famosos que deciden abrir su corazón frente al mundo y gritar convencidos su verdad, dispuestos a romper aquellos tabúes que tanto daño hicieron.