Julián Contreras revive su etapa más oscura y habla sobre las veces que no quiso seguir viviendo

Julián Contreras

Julián Contreras ha abierto su corazón en ‘No estamos Locas’. En el programa, invitados de relevancia nacional hablan junto a Luc Loren de situaciones personales y asuntos relacionados con la salud mental. La búsqueda para borrar el estigma en una problemática que es constante. Contreras no ha tenido pudor ni miedo en hablar desde su propia situación personal.

Julián Contreras está en boca de todos tras el éxito de ‘Artesalanes’, un libro de ficción erótica que lleva su firma y se ha posicionado en lo más alto de las ventas. Queda claro que se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida, luego del cambio radical que ha hecho. Sobre todo, luego de alejarse de las polémicas de su familia.

Julián Contreras
Julián Contreras, una foto de sus redes sociales

El hijo de Carmina Ordóñez también ha notado un gran cambio en su vida desde que ha superado su etapa más oscura. A una muy temprana edad, Julián conoció lo dura que puede ser la vida y tuvo que convivir por un largo periodo con un proceso depresivo.

En su libro «Cuando el fracaso es un éxito: Cómo me reconstruí tras arruinarme y pensar en el suicidio» ya ha hablado del tema, pero ahora ha aprovechado la oportunidad para sentarse junto al influencer Luc Loren y volver a tocar el tema.

Julián Contreras, su lado más vulnerable

En un diálogo distendido, Contreras recordó la etapa más oscura que ha vivido. “Me tiré un año entero pensando sistemáticamente que mi vida tenía que terminar”, comenzó su relato a corazón abierto.

Para poner un poco en contexto a quienes no le conocen, ha contado como su vida fue cambiando y él no encontraba sitio por ninguna parte. “Empecé a tener variaciones, porque entendí un negocio que no me fue bien por una estafa y eso provocó que la vida se cambiase, y hubo que hacer un ajuste en todos los niveles. Además, entre medias tuve varias situaciones sociales muy malas”.

El exconcursante de ‘Gran Hermano VIP 4’ ha pasado todo este calvario en el más absoluto silencio. “No es una parte degenerativa de: estoy tan mal que voy empeorando hasta que al final me suicido, sino que estoy tan mal que creo que suicidarme es la forma de solucionar todo esto”.

Su cabeza no podía parar ni de día, ni de noche. “Llegué a escribir cerca de 420 cartas de despedida. Una por noche. Cuando tú te pasas un año entero de tu vida, así, cada día, cada día, cada día… tu relación contigo mismo se vuelve muy mala, muy tóxica”.

Un rayo de luz en medio de la noche

Pero la vida de Julián siguió y una llega muy particular logró sacarlo del pozo, la clave para que hoy esté aquí con nosotros. “A mí me salvó la vida mi gato, porque yo todas las noches tenía un gatito, que en ese momento era un bebé, y se tumbaba en mi pecho y yo decía ‘cómo voy a dejar a esta criatura‘. (…) este pequeño dictador que no me deja dormir desde entonces y me despierta cada mañana”