“Supervivientes” ha llegado a su fin y todos los finalistas deben volver a sus vidas de la mejor manera posible. Nacho Palau se ha reencontrado con su madre y está transitando una pequeña complicación de salud luego del concurso. Ahora mismo está a la espera de poder ver a sus hijos.
El escultor ha decidido romper su silencio en una entrevista exclusiva para ‘Diez Minutos’ para contar como es la vida de vuelta en España. Palau no ha podido ser parte del debate final del reality debido a una reacción alérgica.
El valenciano cuenta que estar en las islas de Honduras ha sido una experiencia que cambió su vida. Sobre todo, ha vuelto con ganas de darle a sus hijos la vida que merecen. “Ha supuesto una tranquilidad en el tema económico y en el tema emocional. Vengo mucho más fuerte, con muchas ganas de hacer cosas y con proyectos. Con ganas de empezar un curso nuevo con mis hijos”.
En una charla de lo más distendida, Palau habló sobre su relación con Cristian y la confesión de su amor en ‘El puente de las emociones’. De hecho, su participación en el reality ha sido para tomar distancia del romance y aclarar sus sentimientos. “Me salió. Me dejé llevar. Cuando me fui a Supervivientes una de las cosas que quería poner a prueba y aclarar eran mis sentimientos hacia Cristian”.
El mensaje de Miguel Bosé para Nacho Palau
Nacho y Miguel son padres de cuatro hijos, Ivo y Telmo, al cuidado del escultor, y Diego y Tadeo, que viven en México con el cantante. De momento, Palau no cree que sea lo mejor una custodia compartida. “Cuando se pueda dialogar y confiar plenamente en el otro progenitor. Cuando haya confianza absoluta en el otro, cuando tus hijos están con él. Y mucho respeto”, aseguró.
“Miguel Bosé me ha felicitado por mi concurso”
De vuelta en suelo español, la expareja ha intercambiado algunas palabras. El cantante se puso en contacto con el exsuperviviente para hablar sobre su concurso. Esa comunicación debe haber sido un gran alivio en medio de una relación de lo más tensa con su expareja, la misma que dificultó que los niños permanecieran juntos. La llamada, como era de esperar, tenía relación con sus hijos. “Los cuatro niños estaban en Somosaguas, en mi antigua casa, recién llegados de México, y le llamé para preguntarle si podía ir a estar con ellos”.
