La polémica de la semana hace hablar a otro de sus implicados. En el plató de “Ya es Verano”, Ana María Aldón habló sobre las duras palabras de Kiko Jiménez y la forma en la que se puso en duda la paternidad de José Ortega Cano. Molesta y con las emociones a flor de piel, dejó en claro las duras medidas que tomará contra el ex de Gloria Camila.
Lejos estuvo la diseñadora de confirmar o desmentir los dichos de esta semana. De hecho, sentada en los sofás de “Ya es Verano”, decidió dar un golpe sobre la mesa y dejó en claro lo mucho que la afecta esta situación, que se suma a una larga lista de problemáticas vividas este último verano. La colaboradora asegura no haber leído el mensaje que le envió Kiko por miedo de lo que dirá.
Con respecto al momento en el que Kiko decide enviarle ese polémico mensaje en el plató de ‘Sálvame’, Ana María. “Si él estaba presente y no me dijo nada ¿significa que él participó de eso? Da a entender que es algo muy gordo y que está relacionado con algo que, a mí, en su día, me afectó muchísimo”.
Pero lo cierto es que si está puesta en duda la paternidad de José Ortega Cano es porque alguien ha brindado información. No está claro si el mismo José está implicado en ello o si, por el contrario, la integridad de José María se vio comprometida.
Ana María Aldón comenzará acciones legales
Los dichos de Kiko Jiménez apuntan a que “se llevó a cabo” lo que se tenía que hacer. Unas palabras que, tras verlas en el plató del programa del que es colaboradora, la afectaron mucho. Ana María Aldón mantiene una gran relación con Kiko, por lo que no es de su compresión como podría hacer de un tema tan delicado algo tan mediático.
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Pero con lo que sí ha plantado los pies en la tierra es con las medidas que tomará al respecto si su hijo ha tenido que vivir una situación complicada.
“Si descubro que alguien le ha puesto una mano encima a mi hijo para quitarle un cabello, o le ha metido un bastoncillo en la boca, tomaré todas las medidas”.
Lo cierto es que la posibilidad de que José Ortega Cano esté involucrado en estas acciones existe, pero la diseñadora confía, casi con los ojos vendados, que el torero no sería capaz de algo así. “No me hace falta ver la cara de mi hijo fuera de mi tripa para saber quién es el padre (…). No me quiero creer que eso haya ocurrido, pero, si ha ocurrido, corto cabezas”.
